Me acuerdo que en Lille había un gran Carrefour al lado de la estación de trenes y allí pagamos nosotros mismos las cosas que compramos como si fuéramos cajeros. Siempre soñé con pasar el código de barras por el detector ese y que sonara el pitito. Ahora supongo que puedo morir tranquilo. Incluso podría haberme quedado y preguntarle a la gente ¿tiene tarjeta club carrefour? o ¿desea donar cinco pesos a la fundación nuestra señora de Lille?. Pero no sé cómo se dicen esas cosas en francés. oui oui
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