En un puente de Venecia me quedé
Ese día que me morí en Venecia y me caí arriba de un puente.
Cuando a pinocho lo sacaron de la ballena, se fue a vivir a Venecia por el resto de su vida. Pero su fama ya no era la de antaño y su nariz ya no se agrandaba como antes.
Ahora vende lápices y llaveros en el comercio ambulante y hace cursos de italiano por internet.
Había un carrusel con las luces encendidas y los caballitos aún girando de arriba a abajo. Estaba al costado de la plaza.
El carnaval ya había terminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario