Abuela final en el metro interminable de París

Y llegué al punto central del camino recorrido, donde las combinaciones se hacen ineludibles y la dirección continúa su propio sentido, porque desde allá es de dónde venimos y allá es hacia dónde vamos: a todas todas partes partes.

Abuela 14 mirando una pintura en el Louvre- París, Francia

te enmarcaremos y te colgaremos en la muralla del living de la casa para que todas las visitas te puedan ver.

Abuela 13 hablando por celular en el centro pompidou-París

comimos con mi tía que habla francés como si hubiese vivido toda su vida en París. Al terminar, salimos a caminar por la orilla del Sena con su amiga Clarita que tenía la nariz roja. Nos abrazamos porque hace años que no había abrazos entre los dos.

Cuando se puso a llover nos escondimos en la Notre Dame pero no vimos a ninguna gárgola o al jorobado. Es que estaba tan apestada de gente que seguro se escondieron.

En el centro pompidú nos metimos a ver los videos de la niña que se colgaba por toda su pieza, la otra que se echaba comida en la cara y la película de la lluvia. No había que preocuparse de pruebas ni de cosas del trabajo.

Al salir ya era de noche. encontramos la canción de Topo Yiyo en un negocio de enfrente. Juré en secreto que la compraría, porque me enamoré de él cuando lo vimos en Buenos Aires. Aunque estuviese borracho igual le sacamos fotos 

Abuela 12 en la lavandería- París, Francia

Por más que echara detergente en su cabeza,
las manchas no salían de su conciencia.

Abuela 11 caminando por el Cementerio del Père-Lachaise

Abuelas 9 y 10 cruzando la calle en París

Vivíamos en la bastilla donde en alguna vez la gente hacía revoluciones. Nos levantábamos tarde y nos abrigábamos por que había días que anunciaban temporal con vientos fuertes. Esos eran los mejores días para subir la torre (a menos que hubiese amenaza de bomba). El viento nos hacía creer que nos íbamos a caer y no tocaríamos nunca el suelo porque nos quedaríamos volando un rato por la ciudad. se veía todo tan pequeño desde allá arriba 

Abuela 8 subiendo el Monte San Michel

Abuela 7 en Pontorson

se perdió justo frente al letrero que decía no virar izquierda, porque viró de todas formas a la izquiera y nunca más se le volvió a ver.

Abuela 6 en Coutances esperando el tren hacia el Monte

Abuelita 5 en Coutances

ella dijo: "no se preocupen, yo puedo con todas las maletas"

Abuelita 4 en Coutances antes de que se la llevara el viento

Fue en nuestra visita fugaz a Coutances, esperando el tren que nos llevaría al Monte. Corría un viento de los mil demonios cuando un trío de francesas me preguntaron algo que no entendí. Yo les respondí Je ne parle pas le francais y se rieron. Supongo que les pareció gracioso o me entendieron cualquier otra cosa.

Sí, corría bastante viento ese día. Los carteles hacían ruido al moverse de un lado a otro. Aún así la Abuela 4 sacó de paseo al perro por la calle. El viento se le metió por debajo del abrigo y le levantó la falda. Agarró con fuerza la correa en un intento de mantenerse firme. 

Se la llevó el viento como un muñeco de trapo, con perrito incluido. Volaron por el cielo dando vueltas en círculo antes de quedar enredados en las ramas de un árbol.

Te extraño

Abuelita 3 en Rouen mirando la vitrina

"Mira a lo que hemos llegado. La juventud está cada día más loca. En mis tiempos las cosas se hacían de buena manera, éramos educadas, todas unas señoritas. Ahora ya no hay respeto. Míra cómo se visten esas sueltas! Por Dios

Qué le vamos a hacer.

De todas formas igual me compraría esa mini falda que está en oferta

Abuelita 2 en Rouen alejándose

Abuelita 2 en Rouen caminando por fuera del Museo Bellas Artes

caminamos tanto para llegar al museo.

En todos los libros decía que había que visitarlo. Creo que por eso fuimos. Teníamos tantas ganas de ver las pinturas de Caravaggio porque la última vez que lo vimos fue en no sé cuál museo de Italia. Supongo que lo extrañábamos. En un sentido artístico, claro (si es que existe ese sentido). 

El punto es que nos cerraron el museo media hora después de que entramos y no alcanzamos a ver lo que queríamos.

fue triste, pero ya se nos pasó.

Abuelita 1 en Rouen caminando detrás de St. Ouen

Abuelita1 en Rouen buscando comida enla basura detrás de St.Ouen

por la pura casualidad de las cosas
sigue allí dando vueltas
sigue allí caminando por nuestras cabezas.
por la pura casualidad de las cosas
te vimos caminando por el parque como un fantasma
en busca de alguna razón,
de razón alguna para quedarse dando vueltas por el planeta.
nosotros somos tu razón para revolotear.
nunca lo olvides
(no lo olvides nunca)

Abuelita 1 en Rouan mirando la estatua de otro hombre

tenía un tomate. Sacaba comida de la basura, se comía un pedazo y el resto se lo daba al perrito