caminamos tanto para llegar al museo.
En todos los libros decía que había que visitarlo. Creo que por eso fuimos. Teníamos tantas ganas de ver las pinturas de Caravaggio porque la última vez que lo vimos fue en no sé cuál museo de Italia. Supongo que lo extrañábamos. En un sentido artístico, claro (si es que existe ese sentido).
El punto es que nos cerraron el museo media hora después de que entramos y no alcanzamos a ver lo que queríamos.
fue triste, pero ya se nos pasó.
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